¿De qué manera la tecnología biométrica puede superar las dificultades de control fronterizo aceleradas por el coronavirus? Tendencias de la biometría durante la COVID-19

¿De qué manera la tecnología biométrica puede superar las dificultades de control fronterizo aceleradas por el coronavirus? Tendencias de la biometría durante la COVID-19

La pandemia de la COVID-19 está ocasionando trastornos en el control fronterizo, ya que cada país ha tomado sus propias medidas en el intento por frenar la propagación del virus. Los funcionarios de control fronterizo han respaldado a los funcionarios de la salud, por ejemplo, verificando los comprobantes de vacunación. Esto significa que los funcionarios de control fronterizo han tenido que lidiar con un aluvión de requisitos de entrada al país, restricciones de viaje y exenciones de pasajeros, que cambian de manera constante y rápida.

Las reglas varían según el país de origen y de destino y el tipo de ciudadanía. Por ejemplo, Australia ha cerrado sus fronteras y solo permite la entrada de algunas personas con exenciones particulares, como residentes permanentes que llegan del exterior [1].

La crisis de salud incluso ha obligado a varios Estados miembros que pertenecen al espacio Schengen a volver a implementar controles internos de manera temporal en sus fronteras para contener la propagación de las nuevas variantes de coronavirus. En circunstancias normales, los ciudadanos pueden viajar libremente por los 26 países del espacio Schengen sin necesidad de tener que cruzar controles fronterizos [2].

Todos estos nuevos requisitos se suman a lentos procesos burocráticos. Por ejemplo, en el caso de los ciudadanos británicos, se prolonga un procesamiento que, antes de la COVID-19, llevaba tan solo 30 segundos, y ahora llega a 15 minutos por persona, afirma un funcionario de la Guardia Fronteriza en el aeropuerto londinense de Heathrow [3].

Pese a la fluctuación de los niveles de riesgo y las restricciones cambiantes, los Estados deben ocuparse activamente de requisitos de seguridad que se multiplican y deben reducir las amenazas constantes para la seguridad, a la vez que ofrecen una gestión de fronteras sólida y flexible, buenas condiciones laborales para el personal y una experiencia de viaje placentera y simple para los pasajeros.

La tecnología biométrica es una respuesta a los desafíos actuales de control fronterizo por la COVID-19

Afortunadamente, los avances en la tecnología biométrica pueden ayudar a la gestión del control fronterizo, en particular, durante la COVID-19. Por ejemplo, el reconocimiento facial en 3D. Aquí, los sensores 3D captan los rasgos faciales, que luego los algoritmos transforman en datos digitales. El reconocimiento facial en 3D se encuentra un paso adelante del homólogo en 2D, ya que no es vulnerable a la mala iluminación, a un mal enfoque o a una posición angular del rostro, sino que permite detectar los rasgos faciales independientemente de estos factores.

¿Y el reconocimiento del iris? Este método de identificación biométrica sumamente preciso consiste en tomar una fotografía de alto contraste del iris (las cámaras de escaneo del iris miden los patrones del ojo de cada persona para crear un perfil individual). Como no existen dos iris idénticos y el iris no cambia durante la vida de una persona, es una solución ideal para identificar rápidamente a los viajeros mientras ingresan y egresan de los países por tierra, mar o aire. Por ejemplo, debido a la pandemia en curso, los pasajeros necesitan utilizar mascarillas faciales cuando viajan. El reconocimiento del iris es una manera confiable de identificación incluso cuando se utiliza una mascarilla facial. Las tecnologías de reconocimiento del iris más sofisticadas controlan incluso a las personas mientras están en movimiento y no necesitan que estén quietas ni cerca de la cámara.

Por sí sola, cada una de estas tecnologías representa una solución sofisticada para el control fronterizo. Sin embargo, combinadas, ofrecen sistemas biométricos rápidos, muy precisos y extremadamente seguros, y los viajeros ni siquiera necesitarán detenerse ni quedarse quietos frente a una terminal.

En general, el uso de la tecnología biométrica sin contacto como, por ejemplo, los escáneres de huellas dactilares sin contacto, puede ayudar a la verificación de la identidad sin dejar de tener en cuenta la salud ni la inocuidad durante las crisis sanitarias como la COVID-19.

El proyecto D4Fly trabaja en soluciones biométricas

D4Fly (Detección de documentos fraudulentos e identidades sobre la marcha [Detecting Document fraud and iDentity on the fly]) muestra la manera en que el trabajo conjunto fortalece la verificación de documentos e identidades para el control fronterizo [4]. Este proyecto que se puso en marcha en 2019, financiado por la UE y liderado por Veridos, tiene como objetivo ofrecer una verificación de identidad en las fronteras simple, en tiempo real y sobre la marcha, que garantice una gran precisión.

Veridos colabora con otros 18 socios internacionales en el proyecto y actúa como coordinador general. El equipo internacional está investigando soluciones innovadoras para combatir los desafíos de la verificación de identidades, como los documentos falsificados, el fraude de impostores y la transformación de rostros.

Un punto central del proyecto es desarrollar un corredor de toma de datos biométricos. Con ello se pretende agilizar el control fronterizo al tiempo que se garantiza la facilidad de uso para los pasajeros y se cumple plenamente la normativa de la UE sobre protección y confidencialidad de datos. Antes de iniciar el viaje, los pasajeros registrarán de manera voluntaria su pasaporte y rasgos biométricos en las terminales de registro especiales. Luego, a medida que se acercan al puesto de control en el lugar de destino, caminarán por un corredor de toma de datos biométricos, donde diferentes cámaras y sensores de verificación biométrica cotejarán los datos captados con aquellos de referencia anteriores para lograr una verificación segura y rápida.

La verificación del iris en movimiento es una de las tecnologías que se pondrán a prueba en este corredor. «Se ha demostrado que el iris es un excelente rasgo biométrico, ya que no cambia a lo largo de la vida de una persona, es único y puede verificarse sin contacto e incluso cuando la persona está en movimiento», comentó Andreas Räschmeier, director general (CEO) de Veridos.

Veridos y sus socios están elaborando constantemente otras soluciones de control fronterizo de vanguardia para contrarrestar el uso indebido y la manipulación. Por ejemplo, para prevenir ataques de presentación, cuando se utilizan máscaras faciales para eludir la tecnología de verificación biométrica. Se están investigando tecnologías biométricas altamente avanzadas para contrarrestar la suplantación de identidad y algoritmos avanzados para detección de rostros transformados, mediante redes neuronales convolucionales y redes neuronales profundas para la detección de impostores y fraudes de documentos.

La crisis por coronavirus puede haber planteado numerosos desafíos nuevos para el control fronterizo. Y, sin duda, hay más obstáculos por delante. Sin embargo, la tecnología biométrica permite a los Estados y funcionarios de los organismos de seguridad abordar estos desafíos. Y superarlos. La tecnología biométrica pionera está a punto de transformar el futuro de la protección de las fronteras, garantizando la seguridad y, al mismo tiempo, facilitando la experiencia de viaje de los pasajeros, independientemente de los desafíos que se encuentren en el camino.

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[1]Australian Government

[2] European Commisssion

[3] The Guardian

[4] D4FLY

 

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